Eres mi visita número

viernes, 11 de enero de 2013


El mundo de Dookie Uchiha:
La historia de mi vida/2

Acabé con los fastidiosos días en educación infantil para cambiarme de colegio, seguía siendo en mi pueblo pero en distinto sitio, y para mi alivio no iba a tener a la profesora que había hecho que odiase mis tres primeros años escolares, pero iba a tener otros profesores tal vez peores. Como el tipo de primero, yo no entendía una mierda de matemáticas, y sigo sin entender. Bah, a mí qué me importaba cómo se restaba con llevadas, seguía queriendo ver anime en la televisión y pasar las tardes en la plaza coleccionando los tazos de Pokémon que salían en las bolsas de patatas y ganando los tazos de mis amigos para tener cuántos más, mejor. Además había descubierto unos cuantos animes más como Digimon, Bola de Dragón, Medabots...
Pero con lo que me dio de verdad fue con Harry Potter, y luego con El Señor de los Anillos pero un poco menos.
Así que como imagináis sólo pensaba en fantasías, como lo llamaba mi padre.
Ahora sigo viendo anime, pero sigo extrañando esas primeras series que me engancharon cuando era pequeña... Sí, a veces hasta se me escapa una pequeña lágrima cuando veo los openings y endings de ellas.

P.D. Siento haber tardado tanto en escribir otra entrada de estas, pero es que las iba retrasando y retrasando y nunca encontraba el tiempo. Como ahora estoy un poco melancólica me dan por recordar cosas como estas...
Ahora toca seguir estudiando que apenas he tocado Linguística (que la voy a dejar para Febrero porque es demasiado para aprendérmelo en dos semanas) y debería haberlo hecho. Otro día más, y espero que mejor.

miércoles, 9 de enero de 2013

I think I'm gonna throw it all up.

        Se acercan los primeros exámenes de mi época universitaria y nerviosa no es ni la mitad de cómo me siento en estos momentos. Me dan ganas de llorar, de no dormir, no puedo ni comer una sola patata frita por miedo a echarlo todo, y solo quiero estar en casa con mis cascos puestos y cantar mientras leo manga.
        Sé que si voy con la mentalidad de que voy a suspender al final lo haré, pero cuando pienso en todo lo que aún debo, por aprenderme mi estómago juega conmigo y es imposible no pensar que voy a suspender. Y si suspendo no podré seguir estudiando lo mismo en mi ciudad. No es que no quiera seguir en León, tampoco es porque me encuentre mal aquí, es porque el gasto es demasiado alto y me da la sensación que aquí no rindo todo lo que podría.
         No puedo escribir esto sin que las ganas de llorar aumenten por momentos. Si alguna de las frases que escribo no tienen mucho sentido, entendedme.
         Creo que me he dado cuenta, demasiado tarde, lo rápido que se pasa todo. El 2012 se acaba de ir, y fue tan maravilloso en tantas formas. La primavera leyendo manga y estudiando inglés en una academia. El expomanga. El verano esperando para saber si me habían cogido en la Universidad de donde vivo para acabar estudiando en León. (Aunque al final no ha sido tan malo como parecía en un principio). Parece que fue ayer cuando descubrí, mi ahora adorado hobby, el anime. Cuando todo lo que soñaba con ser era Entrenadora Pokémon... Ojalá todo fuese tan fácil, ¿verdad? Porque en el fondo, lo sabía, nada era así de fácil.
          No quiero que todo se pase, no quiero seguir cumpliendo años, no quiero ser mayor. Me aterra el cambio, y más si es un cambio tan rápido como este. Aunque también me aterra quedarme estancada, quedarme atrás, ser otra persona más sin estudios. Quiero estar aquí y a la vez quiero volver a casa. Pero, ¿no es lo mismo que el año pasado? ¿Voy a volver a dejar los estudios sin acabar en el primer año? No quería estudiar fuera pero aún así, ¿no fui yo quien les dijo a mis padres que no me importaba? Ahora deseo haber dicho que no, que me quedaba en mi ciudad haciendo esos cursos de inglés en la Universidad e intentar entrar de nuevo al año siguiente.
          Solo quiero que Enero y Febrero se pasen de una vez y comenzar las clases del segundo semestre tan rápido como se han pasado los meses anteriores. Quiero no tener ganas de vomitar como las estoy teniendo últimamente. Necesito, me da igual suspender o no, que esta fase se pase de una vez. Perderle el miedo a los malditos exámenes...
           ¿Por qué los malditos exámenes tienen que existir? Los odio con todas mis fuerzas.