Eres mi visita número

jueves, 30 de junio de 2011

miércoles, 29 de junio de 2011

-Día 12 - Fantasma Favorito


Sir Nicholas de Mimsy-Porpington

martes, 28 de junio de 2011

-Día 11 - Elfo preferido

Puse esta foto, aparte de porque es la respuesta al título: Me gusta Dobby, porque me encanta cómo está hecha la foto.

lunes, 27 de junio de 2011

domingo, 26 de junio de 2011

sábado, 25 de junio de 2011

viernes, 24 de junio de 2011

jueves, 23 de junio de 2011

miércoles, 22 de junio de 2011

-Día 05 - Casa Preferida


En realidad soy una SLYTHINDOR.


O algo así.

martes, 21 de junio de 2011

lunes, 20 de junio de 2011

domingo, 19 de junio de 2011

sábado, 18 de junio de 2011

- Día 1. Libro Favorito.


Libro favorito. En película va la 2ª -dependiendo de lo que pase el 15 igual baja al puesto tercero (quien sabe)-.

HP Saga. 30 días.

-Día 01 - Libro Favorito( Obvio de la saga)
-Día 02 - Pelicula favorita (Obvio de la Saga)
-Día 03 - Escena favorita (La más)
-Día 04 - Personaje Favorito
-Día 05 - Casa Preferida
-Día 06 - Profesor Preferido
-Día 07 - Clase Favorita
-Día 08 - Criatura Mágica Preferida
-Día 09 - Hechizo Preferido
-Día 10 - Maldición Preferida
-Día 11 - Elfo preferido
-Día 12 - Fantasma Favorito
-Día 13 - Pareja Ideal (Creada por JK Rowling)
-Día 14 - Yo me casaría con....
-Día 15 - Lugar Favorito
-Día 16 - Auror Favorito
-Día 17 - Mortífago Favorito
-Día 18 - Sortilegio Favorito
-Día 19 - Pareja ideal (creada por ti)
-Día 20 - Merodeador Favorito
-Día 21 - Patronus Favorito (De un Personaje)
-Día 22 - Boggart Favorito (De un Personaje)
-Día 23 - Campeón Favorito
-Día 24 - Escuela Preferida
-Día 25 - Familia Preferida
-Día 26 - Trabajo Favorito
-Día 27 - Fundador Preferido
-Día 28 - Amor Platónico
-Día 29 - Puesto de Quidditch Favorito
-Día 30 - Frase Preferida

viernes, 17 de junio de 2011

Harry Potter is better than Twilight



Puede que me haya leído los libros de ambas; o que haya visto alguna película de Crepúsculo. En sí, los libros de Stephenie no están mal, pero no se comparan en nada a los de Harry Potter. Sé que Harry Potter va a ser mi pasado, mi presente y, tal vez, mi futuro.
Harry Potter, su mundo y sus amigos formarán parte de mí por siempre, de eso estoy segura. Cuando tenga hijos, si es que los llego a tener algún día, les haré -nunca por la fuerza- que se lean, y vean, todos los libros, y todas las películas. Haré que se adentren en ese mundo mágico como yo lo he hecho durante diez años, pero no los de Crepúsculo.
Crepúsculo hizo que me entretuviese mientras leía, pero no me enseñó nada. Así como Harry Potter he disfrutado leyendo y viendo películas. En cierto modo, las aventuras del mago me han hecho amar la lectura y el cine, Crepúsculo no. Gracias a Rowling y su Harry Potter y la Piedra Filosofal he aprendido un montón de cosas y me han hecho cogerle el gusto a la lectura.
Todo, cada libro, cada capítulo, cada párrafo, cada página, cada línea, cada frase, cada palabra, todo, ha sido y siempre será así como una parte de mí. Los personajes, tanto los protagonistas -los buenos- como los antagonistas -Voldemort y los Mortífagos-, son perfectos, no cambiaría nada de ellos. Porque eso, la forma en la que los ha creado Joanne, es cómo deben ser. Creo que los que son mis personajes favoritos de la saga dan muestra de que no me importa que sean malos o buenos. Harry, Ron, Hermione, Snape, Sirius, Fred, Bellatrix, Malfoy. Son perfectos como son. Y Spoiler: las muertes de Snape, Fred, Ojoloco y todos los demás me afectaron tanto como si fuesen algo más que parte de la imaginación de una mujer.
Y todos y cada uno de los personajes me ayudaron a darme cuenta de que no se necesita de padres, hermanos, reconocimiento, chico ni chica para alcanzar lo que uno se propone. Y que puedes llegar a conseguir todo lo que quieras si te esfuerzas lo necesario para conseguirlo, y lo que es más importante, que puedes levantarte cuando parece que solo puedes caer, puedes reír cuando solo consigues llorar, y que el camino al éxito está solo en uno mismo.
Crepúsculo solo me ha enseñado a querer vivir para siempre. Una locura, porque vivir para siempre está claro que acaba siendo aburrido. Díselo si no a Nicolás Flamel. Y que no puedes llegar a nada si no tienes a un chico o una chica -o amor, como se quiera llamarlo- que te apoye. Es decir, derrumbarte cuando él o ella se aleja de ti, aunque sea solo por tu bien. Ginny y Hermione son un claro ejemplo de lo contrario -y de lo que debes hacer, seguir; porque tú eres lo que importa, una vez te pierdes a tí mismo ya no hay vuelta atrás. En cambio los chicos y las chicas vienen y van-.
























miércoles, 1 de junio de 2011

Demond.

...
Un momento.
Alguien me está mirando.
Pero ¿quién? ¿Y por qué?
Me vuelvo hacia todos lados, pero es imposible ver nada. La luz parpadea, el humo me envuelve y hay tanta gente que no solo me cuesta distinguir sus rostros, sin que, además, me impiden abarcar todos los rincones de la sala.
Pero lo he sentido. De la misma manera que sientes un soplo de aire frío, yo he notado esa mirada. Se me ha erizado el vello de la nuca. Me ha dado un escalofrío de lo más siniestro.
Me abro paso entre la gente, todavía con ese molesto cosquilleo en la nuca. Tengo la sensación de que, entre toda esta humanidad, hay alguien que brilla con luz propia, una criatura sobrenatural atrapada en un cuerpo humano. Alguien que no es humano, aunque lo parezca. Alguien. En alguna parte.
Me empujan para que me quite de en medio, y me dejo zarandear de un lado para otro, tratando de captar otra vez esa sensación.
Y me quedo quieta de pronto. Ahí, en el rincón. Alguien me ha vuelto a mirar, y se me ha puesto la piel de gallina. O sería más apropiado decir que me ha entrado un atque de pánico y me muero de ganas de salir corriendo de aquí. Pero me contengo.
El dueño de semejante mirada acaba de hundir el rostro de nuevo en la larga melena de una chica cuya ropa de cuero deja poco espacio a la imaginación. Ella se ríe, coqueta, mientras él le dice algo al oído. No puedo verle la cara, pero por su figura parece joven, puede que más joven que Jeiazel. No tiene pinta de se un ángel, aunque nunca se sabe.
Entonces él se vuelve hací mí y me mira fijamente. Es una mirada maquiavélica que me deja muda de horror.
La mirada del depredador.
La chica que lo acompaña se da cuenta de mi presencia y también se vuelve hacia mí, molesta. Pero ella no da tanto miedo.
Más bien da lástima. Da por sentado que él le presta atención porque quiere llevársela a la cama.
Y no es eso. No es eso, pequeña ingenua. Tu cuerpo no le interesa lo más mínimo.
Es tu alma lo que quiere que le entregues. Y, amiga, una vez que lo hagas, ya no habrá vuelta atrás.
é sigue mirándome. Tiene unos ojos de acero, fríos y penetrantes. Después, lentamente me sonríe. Y es una sonrisa entre taimada y fascinante. Una sonrisa que no es de este mundo.
...
Ha visto mi espada. Sabien quién soy. O, por lo menos, lo intuye. En un movimiento desesperado, desenvaino el arma y la pongo entre los dos. Y observo, no con satisfacción, que lo he desconcertado. Puede que hasta lo haya asustado un poquito. No en vano acabo de plantarle ante las narices la única cosa que puede matarlo. Si le entregaras a Superman un trozo de criptonita, ¿qué cara te pondría?
Entorna los ojos y me mira casi con odio.
- ¿Te has vuelto loca? -sisea.
- ¿Qué quieres? -pregunta la chica, de mal humor.
Tengo suerte: al igual que el resto de personas del local, está demasiado aturdida como para que ni el más mínimo rastro de lucidez que pueda quedar en su cerebro le diga que tiene ante ella a una perturbada con una espada.
- Dile que se vaya -le ordeno al demonio sin hacerle caso.
- Pero ¿qué te has creído? -replica ella, estupefacta -. ¡La que tiene que marcharse...!
- Vete -dice entonces él, a media voz, sin apartar los ojos de la espada.
Ella se queda de piedra. Lo mira un momento, con la vana esperanza de no haber oído bien.
- Pero...
- He dicho que te vayas -repite el demonio, con una voz cortante como la hoja de un cuchillo, y como parece que la chica tiene intención de seguir protestando, él se vuelve hacia ella y le clava una mirada fría, inhumana.
Ella se encoge de terror, agacha la cabeza y se marcha a toda prisa.
Nunca lo sabrá, pero me deba algo más que la vida.
Él se vuelve a prestarme atención. En efecto, es un demonio joven; esto quiere decir que, aunque no aparente más de veinte años, es fácil que tenga veinte mil. Lo cual, en realidad, no es mucho para un demonio. Viste pantalones negro y una camisa blanca, medio remangada, medio suelta, que lleva con natural elegancia, pero presenta un cierto aspecto desaliñado: su pelo negro está despeinado, y sus ropas, algo arrugadas, como si acabara de levantarse o como si se hubiese vestido con desgana, sin prestar atención a lo que hacía. Puede que esté siguiendo una moda, o puede que sea una declaración de intenciones, no lo sé. El caso es que no parece estar dormido en absoluto, porque hay un brillo de feroz alerta en su mirada. Sus rasgos son algo aniñados, lo que también es engañoso, pues no hay nada de ingenuo e infantil en su expresión...

Dos velas para el diablo.
Laura Gallego.